Si bien sabemos que el objetivo de la Cirugía Bariatrica es que el paciente modifique ciertos hábitos de alimentación en cuanto a cantidad y calidad, tipo de alimento y frecuencia de las ingestas; es importante aclarar que la alimentación post quirúrgica debe ser gradual y monitoreada por un profesional para evitar complicaciones como náuseas, vómitos o Síndrome de Dumping.

Es importante tener en cuenta que la capacidad gástrica se encuentra disminuida, por lo tanto, la progresión debe ser lenta.

A las 24 horas post cirugía se comienza la prueba de tolerancia oral con líquidos claros en pequeños volúmenes cada 2 o 3 horas, luego se progresará la cantidad a fin de evitar deshidratación en el paciente y cubrir rápidamente al menos 1500 ml por día.

A las 72 horas apropiadamente se busca progresar a dieta líquida completa, incorporando de esta manera lácteos, frutas, verduras cocidas, claras de huevo y algún suplemento proteico a fin de evitar la pérdida de masa muscular.

Gradualmente y según tolerancia se progresa a consistencia, puré o papilla y lentamente se avanza a una dieta normal.

Se estima que entre los 30 y 45 días el paciente podría estar consumiendo una dieta de consistencia normal, por supuesto con las indicaciones correspondientes para su edad, sexo y considerando su peso. De esta manera volvemos a la “vida normal”, aquella que venimos trabajando durante la preparación para la cirugía y en este momento ponemos a prueba esos los cambios de hábitos que implementamos y nos enfrentamos a un gran desafío… “El Sostener”.

Lic. Alejandra Jorge

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